jueves, 28 de mayo de 2015

Concepción Arenal


Nacida en Ferrol el 31 de enero de 1820 y fallecida en  Vigo el 4 de febrero de 1893. Fue una importante escritora española realista vinculada al pionero movimiento feminista de finales del siglo XIX.

Nacida en una casa del barrio conocido como Ferrol Viejo, su padre, Ángel Arenal Cuesta, fue un eminente militar que sufrió muchas veces represión por su ideología liberal y por estar en contra del régimen absolutista del rey Fernando VII. A consecuencia de sus estancias en prisión, cayó enfermo y murió en 1829, por lo que Concepción quedó huérfana de padre a los 9 años. Un año después, falleció su hermana Luisa. En 1834 se trasladaron a Madrid, con ayuda de su pariente Antonio Tenreiro, segundo Conde de Vigo, donde Concepción estudió en un colegio para señoritas. Siete años después entró, contra la voluntad de su madre, como oyente en la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Madrid, vistiendo ropas masculinas, puesto que en la época la educación universitaria estaba vetada a las mujeres. Vestida también de hombre, Concepción participó en tertulias políticas y literarias, luchando así contra lo establecido en la época para la condición femenina.

Acabada la carrera, se casó en 1848 con el también abogado y escritor Fernando García Carrasco. Años después, colaboraron juntos en el periódico liberal La Iberia, hasta que en 1857 su esposo falleció de tuberculosis. Concepción, viuda y con dos hijos (Fernando, 1850 y Ramón, 1852), se trasladó a Potes (Cantabria), donde conoció a un joven músico, Jesús de Monasterio,  primer presidente de las Conferencias de San Vicente de Paúl, quien la invitó a fundar en 1859 el grupo femenino de las Conferencias de San Vicente de Paúl para ayuda de los pobres. Para ellas, Concepción escribe en 1860, La beneficencia, la filantropía y la caridad, que dedicó a la Condesa de Espoz y Mina, y que presentó al concurso convocado por la Academia de Ciencias Morales y Políticas, bajo el nombre de su hijo Fernando, que tenía entonces 10 años. Después de una serie de conflictos sobre la forma incorrecta de introducir su escrito en el concurso, se le concedió el premio y fue la primera mujer premiada por la Academia.

En 1863, se convirtió también en la primera mujer que recibió el título de Visitadora de Cárceles de Mujeres, cargo que ostentó hasta 1865. Posteriormente publicó libros de poesía y ensayo, como Cartas a los delincuentes (1865), Oda a la esclavitud (1866) —que fue premiada por la Sociedad Abolicionista de Madrid—, El reo, el pueblo y el verdugo o La ejecución de la pena de muerte (1867). En 1868, fue nombrada Inspectora de Casas de Corrección de Mujeres y tres años después, en 1871, comenzó a colaborar con la revista La Voz de la Caridad, de Madrid, en la que escribió durante catorce años sobre las miserias del mundo que la rodeaba.

En 1872 fundó la Constructora Benéfica, una sociedad dedicada a la construcción de casas baratas para obreros. Posteriormente también colaboró organizando en España la Cruz Roja del Socorro, para los heridos de las guerras carlistas, al frente de un hospital de campaña para los heridos de guerra en Miranda de Ebro. En 1877, publicó Estudios Penitenciarios.

Con Concepción Arenal, nació el feminismo en España. Como los krausistas, otorga a la educación e instrucción de la mujer un papel fundamental, pues Concepción dijo que la mujer no tiene otra carrera que el matrimonio, ya que los hombres aprenden un oficio y las mujeres no. Los oficios que la mujer puede desempeñar serían: relojera, tenedora de libros de comercio, pintora de loza, maestra, farmacéutica, abogada, médica de niños y mujeres y sacerdote (no monja). Nunca se debe dedicar a la política ni a la vida militar. Instrucción que la mujer debe procurar, pues dirá de los hombres que tienen inclinaciones de sultán, reminiscencias de salvaje y pretensiones de sacerdote. Las críticas que dirige al clero fueron: En general es muy ignorante, no querer a la mujer instruida, es mejor auxiliar, mantenerla en la ignorancia. Concepción Arenal, autora poco leída y citada de forma descontextualizada, fue para la mayoría de los católicos de su época una heterodoxa. Con la creación de la Acción Católica de la Mujer, el feminismo católico y conservador propugnado por el Movimiento católico, realizará una constante labor de hostigamiento al feminismo católico y reformista arenaliano, que a principios del siglo XX representa la Asociación Nacional de Mujeres Españolas.





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sábado, 23 de mayo de 2015

Margaret Fuller


Sarah Margaret Fuller (23 de mayo de 1810 — 19 de junio de 1850) fue una periodista estadounidense y activista por los derechos de la mujer. Además fue una influyente unitarista. Nació en Cambridge, Massachusetts. Su padre, Timothy Fully, jurista, le dio una educación severa y clásica. En 1836 Sarah Margaret Fuller dio clase en el Temple School de Boston y entre 1837 y 1839 en Providence, Rhode Island.

Fuller trabó amistad con Ralph Waldo Emerson y participó en la fundación unitaria de la organización del trascendentalismo en Concord. Cuando se unió a Horace Greley en el New York Tribune como crítica literaria se convirtió en la primera periodista femenina en la redacción de un periódico importante.

A mediados de la década de 1840 organizó grupos de discusión de mujeres, en los que se hablaba de temas variados, como el arte, la educación y los derechos de la mujer. Varias figuras conocidas del movimiento de los derechos de la mujer tomaron parte en estas conversaciones. En el transcurso de estas charlas desarrolló su obra principal, Woman in the Nineteenth Century (Mujeres en el siglo XIX), que trata de la independencia de la mujer y de la necesidad de cambiar la desigualdad de las relaciones entre sexos.

El New York Tribune la envió como corresponsal en el extranjero a Europa. Allí entrevistó a muchos escritores prominentes como George Sand y Thomas Carlyle. En Italia conoció al revoluncionario Giovanni Ossoli se casó con él en 1847. Más tarde tuvieron un hijo. La pareja apoyó la revolución de Giuseppe Mazzini para proclamar una república romana. Él luchó, mientras ella se presentó voluntaria para dirigir un hospital.

Fuller, su marido y su hijo murieron cuando el barco que los transportaba a América se hundió junto a Nueva York. Con ellos se hundió un manuscrito de Fuller sobre la historia de la República Romana. Muchos de sus escritos fueron publicados por su hermano Arthur bajo el título de At home and Abroad (1856) y Live Without and Life Within (1858). Hay un memorial en su honor en el Mount Auburn, Cambridge.



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lunes, 18 de mayo de 2015

Flora Tristán


Flora Célestine Thérèse Henriette Tristán y Moscoso Lesnais (París, 7 de abril de 1803 - Burdeos, 14 de noviembre de 1844) fue una escritora y pensadora socialista y feminista francesa de ascendencia peruana. Fue una de las grandes fundadoras del feminismo moderno.

Su padre, Mariano de Tristán y Moscoso y su madre, Thérèse Lesnais, francesa, se conocieron en Bilbao (España), durante la estancia de su padre en ese lugar. Éste no llegó a reconocer legalmente a Flora como su hija.

Tuvo una primera infancia de lujo, y su casa era visitada por personajes que luego serían hitos en la historia como Simón Bolívar, que como el padre de Flora compartían sus orígenes criollos y vascos. Además se dice que Bolívar podría ser su verdadero padre, dado que habría sido amante de su madre. Esta situación de bondad económica y social se truncó con el deceso de su padre en 1808, cuando Flora apenas tenía 5 años, lo cual dejó a la familia en la pobreza. La falta de reconocimiento legal por parte del padre le impidió recobrar los bienes que dejara éste.

Dos años después de la muerte de su padre, Flora y su madre se trasladan a vivir a un barrio marginal de París, donde vivirán en condiciones penosas. A los 16 años comienza a trabajar como obrera colorista en un taller de litografía y con apenas 17 años, se casa con el propietario de éste, André Chazal. En los 4 años siguientes tienen tres hijos, uno de los cuales muere, al parecer, muy pequeño; el otro se llama Ernest, y la tercera, nacida en 1825, es Aline; será la futura madre del pintor Paul Gauguin. Este matrimonio de conveniencia se disolvió a causa de los celos y malos tratos del esposo. A los 22 años Flora huye del hogar llevándose a su hijo e hija. Su doble condición de hija natural y esposa separada la redujo a la marginal condición de “paria”, como le gustaba denominarse. Chazal la persigue incansablemente. Finalmente, logra un acuerdo judicial con Flora, por el cual se queda con el hijo varón, mientras ella retiene a la niña.

No obstante, Flora desconfía de su marido y se marcha de París. Comienza su vida errante junto con su hija Aline. Gracias a la intervención del capitán Chabrié, en 1829 pudo remitir una carta a su tío Juan Pío Tristán y Moscoso que vivía en Perú, el cual durante cinco años le envía dinero para ayudarla en su pobreza. Gracias a Pedro Mariano de Goyeneche, pariente de los Tristán, Flora viaja a Perú en 1832, dispuesta a cobrar su herencia y recuperar un puesto digno en la sociedad.

El 7 de abril de 1833, justo el día en el que cumplió 30 años, Flora se embarca en Le Mexican. El barco pertenecía al mismo capitán Chabrié, quien le había facilitado el primer contacto con sus parientes peruanos. La travesía hasta Perú dura cinco meses, y permanecerá en Arequipa hasta 1834. Reclama a don Pío su herencia paterna, pero éste se niega a dársela aunque éste accede a pasarle una pensión mensual.

Flora se traslada a Lima, donde permanece hasta  que se embarca en el Callao con destino a Liverpool. Durante su estancia en Perú fue testigo de la crisis política de 1833-34, la guerra civil entre los partidarios de Agustín Gamarra y los de Luis de Orbegoso.

Flora escribió un diario de viajes acerca de sus experiencias en Perú. El diario fue publicado en 1838, como Pérégrinations d'une paria (Peregrinaciones de una paria)

De regreso a Francia, emprende una campaña a favor de la emancipación de la mujer, los derechos de los/as trabajadores/as y en contra de la pena de muerte. Ya había conseguido la separación legal de su marido y la custodia de su hijo e hija; sin embargo, André Chazal, enfurecido e impotente, intenta asesinarla, disparándole en la calle y dejándola malherida, en septiembre de 1838. Flora gana notoriedad en la prensa, y Chazal es sometido a un proceso que se le complica con la acusación de intentar violar a su propia hija Aline; finalmente es condenado a 20 años de trabajos forzados.

Separada ya de Chazal, Flora publica en 1840, un coherente programa socialista en L’Union Ouvrière (La Unión Obrera), en donde clama por la necesidad de los trabajadores y trabajadoras de organizarse y aboga por su "unidad universal" -la emancipación de los/as trabajadores/as debía ir unida a la emancipación de la mujer-; siendo la creadora de la consigna Proletarios del mundo, uníos. Se convierte así en la primera mujer en hablar del socialismo y de la lucha de los/as proletarios/as. Karl Marx reconoció su carácter de "precursora de altos ideales nobles" y sus libros formaron parte de su biblioteca personal. En el texto La Sagrada Familia (escrito conjuntamente por Marx y Engels) en el capítulo IV -escrito solamente por Engels- (Die kritische Ktitik als die Ruhe des Erkennens oder die kirische Kritik ald Herr Edgar) se hace una defensa de la feminista comunista Flore Celestine.

Muere a los 41 años, víctima del tifus, mientras se hallaba en plena gira por el interior de Francia, promoviendo sus revolucionarias ideas.


PENSAMIENTO FEMINISTA


El feminismo de Flora Tristán se engarza en la Ilustración, presupone por tanto unas reivindicaciones y un proyecto político que sólo pueden articularse a partir de la idea de que todos los seres humanos nacen libres, iguales y con los mismos derechos, pero toma cuerpo en el periodo inmediatamente posterior a la Revolución Francesa. Manteniendo la continuidad con el pensamiento de autoras anteriores (Mary Wollstonecraft, entre otras), Flora Tristán imprime a su feminismo un giro de clase social, que en el futuro daría lugar al feminismo marxista.

Al tiempo, se emparentaba con las corrientes críticas a las que se ha denominado "socialismo utópico", pero teorizando ya la necesidad de una Unión Obrera, de un partido obrero. "Todas las desgracias del mundo provienen del olvido y el desprecio que hasta hoy se ha hecho de los derechos naturales e imprescriptibles del ser mujer" escribió en Unión Obrera.

Su lucha incesante por conseguir una sociedad más justa e igualitaria ha quedado plasmada en su obra. Así, entre otras, en Peregrinaciones de una paria denuncia las distintas manifestaciones de exclusión social de la sociedad de Arequipa; en Paseos en Londres (1840) realiza una de las primeras y más duras descripciones de los obreros ingleses. Escribió entonces "la esclavitud no es a mis ojos el más grande de los infortunios humanos desde que conozco el proletariado inglés".

En Unión Obrera describe cómo "el mejoramiento de la situación de miseria e ignorancia de los trabajadores" es fundamental, porque "todas las desgracias del mundo provienen del olvido y el desprecio que hasta hoy se ha hecho de los derechos naturales e imprescriptibles del ser mujer". Para Flora la situación de las mujeres se deriva de la aceptación del falso principio que afirma la inferioridad de la naturaleza de la mujer respecto a la del varón. Este discurso ideológico hecho desde la ley, la ciencia y la iglesia margina a la mujer de la educación racional y la destina a ser la esclava de su amo. Hasta aquí el discurso de Flora es similar al del sufragismo, pero el giro de clase comienza a producirse cuando señala cómo negar la educación a las mujeres está en relación con su explotación económica: no se envía a las niñas a la escuela "porque se les saca mejor partido en las tareas de la casa, ya sea para acunar a los niños, hacer recados, cuidar la comida, etc...", y luego "A los doce años se la coloca de aprendiza: allí continúa siendo explotada por la patrona y a menudo también maltratada como cuando estaba en casa de sus padres.” Flora dirige su discurso al análisis de las mujeres más desposeídas, de las obreras. Y su juicio no puede ser más contundente: el trato injusto y vejatorio que sufren estas mujeres desde que nacen, unido a su nula educación y la obligada servidumbre al varón, genera en ellas un carácter brutal e incluso malvado. Para Flora, esta degradación moral reviste la mayor importancia, ya que las mujeres, en sus múltiples funciones de madres, amantes, esposas, hijas, etc... "lo son todo en la vida del obrero", influyen a lo largo de toda su vida. Esta situación "central" de la mujer no tiene su equivalente en la clase alta, donde el dinero puede proporcionar educadores y sirvientes profesionales y otro tipo de distracciones.

En consecuencia, educar bien a la mujer (obrera) supone el principio de la mejora intelectual, moral y material de la clase obrera. Flora, como buena "socialista utópica", confía enormemente en el poder de la educación, y como feminista reclama la educación de las mujeres; además, sostiene que de la educación racional de las mujeres depende la emancipación de los varones. Hecho que hasta la fecha se sigue recogiendo en las declaraciones de principios de los movimientos feministas.

Su discurso apela al sentido de justicia universal de la humanidad en general y de los varones en particular (ya que son los depositarios del poder y la razón)-, para que accedan a cambiar una situación que, a su juicio, acaba volviéndose también contra ellos. "La ley que esclaviza a la mujer y la priva de instrucción, os oprime también a vosotros, varones proletarios. (...) En nombre de vuestro propio interés, varones; en nombre de vuestra mejora, la vuestra, varones; en fin, en nombre del bienestar universal de todos y de todas os comprometo a reclamar los derechos para la mujer.” (Unión Obrera).

La Flora de la Unión Obrera adelanta un pensamiento que, anterior al Manifiesto Comunista, postula la unión de los trabajadores y las mujeres –los oprimidos del mundo-, en una Internacional que, mediante una revolución pacífica -aquí aparece su herencia saintsimoniana-, traerá la prosperidad y la justicia.

La publicación de Mi vida es el autorretrato en el que se reconoce como una doble paria: la hija sin reconocimiento legal del padre, y por lo tanto desheredada, y la casada por conveniencia (necesidad). Habla de su experiencia en primera persona. Flora se confiesa víctima de esa doble opresión que como mujer siente en grado extremo, lo que la llevó a luchar contra el matrimonio como medio de opresión contra las mujeres, "el único infierno que reconozco".

           
   






miércoles, 13 de mayo de 2015

Inge Lehmann


Sismóloga danesa (Østerbro, 13 de mayo de 1888 - 21 de febrero de 1993), conocida por realizar las primeras pruebas de magnitudes de sismos y sus consecuencias.

Inge Lehmann creció con el campo de la sismología, convirtiéndose en una pionera entre las mujeres y los científicos. Fue a la escuela mixta dirigida por la tía de Niels Bohr, un lugar donde los niños y las niñas estudiaban y aprendían los mismos temas.


Lehmann fue la primera persona en postular que el núcleo interno de la Tierra está dividido en dos partes: una esfera interna sólida y una capa de consistencia líquida que envuelve a la anterior. La diferencia entre las dos partes del núcleo se había puesto de manifiesto por la distinta velocidad de las ondas P durante los movimientos sísmicos al atravesar dicha parte sólida. Otros sismólogos que habían estudiado este fenómeno, como Beno Gutenberg, Charles Richter y Harold Jeffreys llegaron posteriormente a aceptar y seguir el hallazgo de Lehmann. En términos sencillos, la existencia de una parte sólida en el interior del núcleo líquido se manifiesta en el hecho de que las ondas P (ondas primarias en el registro sismológico) sufren una desviación y cambio de velocidad (se aceleran) al atravesar hacia el interior la discontinuidad que separa las dos partes del núcleo. A dicha discontinuidad se le ha llamado Discontinuidad de Bellon, Discontinuidad de Wiechert-Lehmann-Jeffrys o discontinuidad de Lehmann en su honor, aunque generalmente se hace referencia a la discontinuidad de Lehmann a una discontinuidad que existe a unos 190-220 km de profundidad en el manto que también fue descubierta por Lehmann.


En 1920 obtuvo el título en matemáticas después de 12 años de estudios de pregrado y postgrado en la Universidad de Copenhague y de Cambridge. También estudió en Alemania, Francia, Bélgica y Países Bajos.

Lehmann empezó la carrera de sismología en 1925 y con ayuda de N.E. Norlund estudió redes sísmicas en Dinamarca y en Groenlandia. En 1928, fue nombrada primera jefa del departamento de sismología del recién creado real Instituto Geodésico danés”, un cargo que mantuvo durante 25 años.

En 1936 publicó el documento que selló su lugar en la historia de la geofísica. Conocido simplemente como "P'" (P-prima), el documento contenía la descripción de una nueva discontinuidad sísmica en la estructura de la Tierra, que ahora se conoce como la discontinuidad de Lehmann, separando el núcleo externo del núcleo interno.

En 1971, Inge Lehmann ganó la Medalla William Bowie, la máxima distinción de la Unión Geofísica Americana por sus descubrimientos fundamentales en el campo de la geofísica, entre otras distinciones, siendo la primera mujer en recibir dicho galardón.







Biografía completa extraída de Wikipedia.



sábado, 9 de mayo de 2015

Olympe de Gouges


Escritora, dramaturga, política, abolicionista y feminista francesa, cuyo nombre real fue Marie Gouze (Montauban, Francia, el 7 de mayo de 1748 - París, 3 de noviembre de 1793).  Fue la autora de la Declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana (1791).

Nacida en una familia burguesa en Montauban, fue desposada a un hombre mayor cuando ella tenía 17 años.   El matrimonio fue infeliz y corto, quedando ella viuda, con un hijo, y comprometida a nunca volver a casarse, opinando que el matrimonio era "una tumba para el amor y la confianza".

A principios de 1770, se trasladó a París donde se preocupó de que su hijo recibiera una muy buena educación. Llevaba una existencia burguesa, y frecuentaba los salones literarios parisinos donde conoció a la élite intelectual del siglo de oro francés. Emprendió entonces una carrera literaria, valiéndose probablemente del renombre de su padrino (y posible padre biológico), el poeta Jean-Jacques Lefranc de Pompignan. Escribió varias obras de teatro y montó una compañía teatral itinerante que recorría la región de París, sin que sus ingresos le permitieran mantenerse. Pero rápidamente sus obras empezaron a ser representadas en teatros de toda Francia. Su obra más conocida, La esclavitud de los negros (L’esclavage des noirs), fue publicada en 1792, pero fue inscrita en el repertorio de la Comédie-Française en 1785 bajo el título de Zamore y Mirza, o el feliz naufragio (Zamore et Mirza, ou l’heureux naufrage). Esta obra atrevida pretendía llamar la atención sobre la condición de los esclavos negros, pero Olympe tuvo que enfrentarse con la desaprobación de los actores de la Comédie Française. Ésta dependía económicamente de la Corte de Versalles donde muchas familias nobles se habían enriquecido con la trata de esclavos. Fue encarcelada en la Bastilla por medio de una lettre de cachet, pero fue liberada al poco tiempo gracias a la intervención de sus amigos.

Con la Revolución, su obra pudo por fin ser representada en la Comédie Française. A pesar de las presiones y amenazas del lobby colonial, todavía muy influyente, Olympe de Gouges mantuvo una intensa actividad a favor de la abolición de la esclavitud. En 1788 publicó el ensayo Réflexions sur les hommes nègres (Reflexiones sobre los hombres negros) que le abrió las puertas del "Club des amis des noirs" (Club de los amigos de los negros) del que fue miembro. En 1790 escribió otra obra sobre el mismo tema, Le marché des Noirs (El mercado de los negros).


En 1788, el Periódico general de Francia (Journal général de France) publicó dos de sus folletos políticos, tratando uno de ellos de su proyecto de impuesto patriótico que desarrollará más tarde en su famosa Carta al pueblo (Lettre au Peuple). El segundo dibujaba un amplio programa de reformas sociales. Estos escritos fueron seguidos de folletos que dirigía periódicamente a los representantes de las tres primeras legislaturas de la Revolución, a los Clubes patrióticos y a diversas personalidades como Mirabeau, La Fayette y Necker a los que admiraba. Se calcula que fueron cerca de 30 panfletos. Fundó varias Sociedades Fraternas para ambos sexos.

En 1791 escribió su famosa Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana, su obra feminista más importante.


En la línea de Montesquieu, defendió la separación de poderes. Apoyó en un principio la monarquía constitucional, pero se adhirió rápidamente a la causa republicana y se opuso a la condena a muerte de Luis XVI en 1793. Tomó partido por los Girondinos y advirtió sobre los riesgos de dictadura criticando duramente la política de Robespierre y Marat. Denunció también la creación del Comité de Salvación Pública.

Su defensa de los Girondinos, después de que éstos fueran eliminados de la escena política en junio de 1793, le valió ser detenida en agosto de 1793 bajo la acusación de ser la autora de un cartel a favor de éstos. Enferma por culpa de una herida que se había infectado, fue transferida a una enfermería carcelaria. Para que su detención le fuera más soportable, empeñó sus joyas en el Monte de Piedad consiguiendo así que se la trasladara a una pensión burguesa donde se recluía a los detenidos enfermos de la alta sociedad. Olympe de Gouges reclamó sin descanso que se la juzgara para poder defenderse de las acusaciones que pesaban sobre ella, y evitar así el expeditivo tribunal revolucionario. Con este fin, compuso dos carteles que logró sacar de su lugar de reclusión y que tuvieron una amplia difusión, "Olympe de Gouges en el Tribunal revolucionario" y "Una patriota perseguida". Fueron sus últimos textos.

El 2 de noviembre de 1793, 48 horas después de que fueran ejecutados sus amigos girondinos, Olympe fue llevada ante el tribunal revolucionario sin poder disponer de abogado. Se defendió con valor e inteligencia en un juicio sumario que la condenó a muerte por haber defendido un estado federado, de acuerdo con los principios girondinos. Fue guillotinada al día siguiente, entre los vítores de unas mujeres trabajadoras francesas a las que Gouges siempre había tratado como invisibles en sus escritos, el 3 de noviembre de 1793. Según la declaración de un inspector de la policía y el periódico contrarrevolucionario Le Journal del editor Perlet, Olympe de Gouges subió al cadalso con valor y dignidad, probablemente para glorificar su figura como víctima de la fase más radical de la Revolución, pues es lo contrario a lo que afirmaron en su momento otros testimonios.


El único hijo de Olympe de Gouges, Pierre Aubry, renegó de ella públicamente poco después de su ejecución, por temor a ser detenido.

Legado feminista

Sus trabajos fueron profundamente feministas y revolucionarios. Defendió la igualdad entre el hombre y la mujer en todos los aspectos de la vida pública y privada, incluyendo la igualdad con el hombre en el derecho a voto, en el acceso al trabajo público, a hablar en público de temas políticos, a acceder a la vida política, a poseer y controlar propiedades, a formar parte del ejército; incluso a la igualdad fiscal así como el derecho a la educación y a la igualdad de poder en el ámbito familiar y eclesiástico.

Se dirigió a la reina María Antonieta para que protegiera "su sexo" que decía desgraciado. Asimismo realizó planteamientos sobre la supresión del matrimonio y la instauración del divorcio, la idea de un contrato anual renovable firmado entre concubinos y militó por el reconocimiento paterno de los niños nacidos fuera de matrimonio.Fue también una precursora de la protección de la infancia y a los desfavorecidos, al concebir en grandes líneas, un sistema de protección materno-infantil (creación de maternidades) y recomendar la creación de talleres nacionales para los parados y de hogares para mendigos.



Texto extraído de la biografía completa de wikipedia.