miércoles, 24 de junio de 2015

Emma Goldman


Emma Goldman (Kaunas, 27 de junio de 1869 – Toronto, 14 de mayo de 1940) fue una anarquista lituana de origen judío,1 conocida por sus escritos y sus manifiestos libertarios y feministas. Fue una de las pioneras en la lucha por la emancipación de la mujer.

Goldman nació en el seno de una familia judía ortodoxa de Kaunas que regentaba un pequeño hotel. Kaunas, actualmente parte de Lituania, formaba parte del Imperio Ruso, y durante el periodo de represión política que siguió al asesinato del zar Alejandro II, cuando Goldman contaba 13 años, se trasladó con su familia a San Petersburgo.

Emigró a los Estados Unidos con una hermanastra tras el enfrentamiento con su padre, que pretendía casarla a los 15 años. El ahorcamiento de cuatro anarquistas a consecuencia de la revuelta de Haymarket animó a una joven Emma Goldman a unirse al movimiento anarquista y convertirse, a sus 20 años, en una activa revolucionaria. En esa época se casó con un emigrante ruso. El matrimonio apenas duró 10 meses, Emma se separó y se fue a Nueva York. Continuó legalmente casada para conservar su ciudadanía estadounidense.

En Nueva York conoce y convive con Alexander Berkman, llegando a ser un pilar fundamental del movimiento anarquista estadounidense. Su apoyo a Berkman en la tentativa de asesinato de Henry Clay Frick la hizo todavía más impopular frente a las autoridades del país. Berkman fue encarcelado durante varios años.

Emma fue encarcelada, asimismo, en 1893 en la penitenciaria de las islas Blackwell. Públicamente instigó a los obreros en paro a Demandez du travail, s’ils ne vous donnent pas de travail, demandez du pain, s’ils ne vous donent du pain ni du travail, prenez le pain (Pedid trabajo, si no os lo dan, pedid pan, y si no os dan ni pan ni trabajo, coged el pan). Esta cita es un resumen del principio de expropiación preconizada por los comunistas libertarios como Piotr Kropotkin. Voltairine de Cleyre salió en defensa de Emma Goldman en una conferencia dada tras su apresamiento (In defense of Emma Goldman). Mientras permaneció en prisión, Goldman desarrolló un profundo interés por la educación de los niños, empeño en el que se involucró años más tarde.

Junto con 9 personas más fue de nuevo arrestada el 10 de septiembre de 1901 por participar en el complot de asesinato contra el presidente William McKinley. Uno de ellos, León Czolgosz, le había disparado pocos días antes.

El 11 de febrero de 1916 es detenida y encarcelada de nuevo por la distribución de un manifiesto en favor de la anticoncepción. Durante varios años, cada vez que daba una conferencia esperaba ser arrestada, por eso iba siempre pertrechada con un buen libro.

En 1917, y por cuarta vez, es encarcelada de nuevo junto con Alexander Berkman por conspirar contra la ley que obligaba al servicio militar. Hizo públicas sus profundas convicciones pacifistas durante la Primera Guerra Mundial y criticó el conflicto por considerarlo un acto del imperialismo. Dos años después fue deportada a Rusia. Durante la audiencia en la que se trataba de su expulsión, J. Edgar Hoover, que era el presidente de la misma, calificó a Emma como una de las mujeres más peligrosas de América.


Residió en la Unión Soviética con Berkman entre 1920 y 1922, participando en la sublevación anarquista de Kronstadt. En un primer momento, apoyó a los bolcheviques, pero la represión política, la burocracia y los trabajos forzados que siguieron a la Revolución de Octubre contribuyeron, en gran medida, a cambiar las ideas de Goldman y muchos otros anarquistas sobre estos y sobre la manera de utilizar la violencia, excepción hecha de la autodefensa.


De esta época datan sus escritos: My Disillusionment in Russia (Mi desilusión con Rusia) y My Further Disillusionment in Russia (Mi posterior desilusión con Rusia). Disconforme con el sistema de la URSS, se instaló definitivamente en Canadá. En 1936, Goldman colaboró con el gobierno de la República Española en Londres y Madrid durante la Guerra Civil española. Cabe destacar el vehemente artículo que escribió sobre el conocido anarquista español Buenaventura Durruti, titulado Durruti is Dead, Yet Living (Durruti ha muerto, pero vive). Emma Goldman murió en Toronto en 1940 y está enterrada en Chicago.

Es autora de Anarquismo y otros ensayos (1910) y de la autobiografía Viviendo mi vida (1931). Fue la primera persona en introducir y difundir las obras de Henrik Ibsen en Estados Unidos, país donde la propia Goldman publicó entre 1906 y 1917 Mother Earth (Madre Tierra), una revista anarquista de carácter mensual.



                                                      Diálogo de la película Reds: Emma Gold


Biografía completa extraída de Wikipedia.


jueves, 18 de junio de 2015

María Wonenburger


María Josefa Wonenburger Planells (Montrove, Oleiros, 17 de julio de 1927 - La Coruña, 14 de junio de 2014)1 fue una matemática española, investigadora en Estados Unidos y en Canadá.

Descendiente por parte de padre de un tatarabuelo alsaciano, y valenciana por línea materna, realizó los primeros estudios en la La Coruña, en el Instituto Eusebio da Guarda. A pesar de la situación de las mujeres de su época, su familia siempre la apoyó para que realizara sus estudios y además gozó de libertad para practicar sus deportes favoritos: hockey sobre patines y baloncesto. También gustó de la música de Bach además de estudiar inglés y alemán. A pesar de la voluntad familiar para que estudiase ingeniería y mantener el negocio constituido por su padre de una fundición en La Coruña, obtuvo una licenciatura en matemática, en la Universidad Central de Madrid, en 1950, donde tuvo como profesor al físico aragonés Julio Palacios. Allí también se doctoró con una tesis dirigida por Germán Ancochea y Tomás Rodríguez Bachiller.

En 1953 recibió una de las primeras Becas Fulbright, lo que le permitió estudiar en la Universidad de Yale, en Estados Unidos. Su tesis doctoral sobre teoría de grupos fue dirigida por el algebrista Nathan Jacobson. La terminó en 1957 y su título fue On the group of similitudes and its projective group (Sobre el grupo de semejanzas y su grupo proyectivo). De vuelta en España, trabajó como investigadora en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) durante tres años. En 1960 regresa al extranjero, tras recibir una beca postdoctoral de la University of Toronto, en Ontario (Canadá). Allí dirigió la tesis doctoral de Robert Moody, quien después trabajó en lo que pasó a conocerse como la teoría de álgebras de Kac-Moody, que tuvo a Wonenburger como inspiradora.

En 1966 se trasladó a los Estados Unidos, a la Universidad de Buffalo, y al año siguiente, en 1967, consiguió una plaza definitiva como profesora en la Universidad de Indiana, donde permaneció hasta 1983. Por enfermedad de su madre regresó a La Coruña en 1983, y permaneció apartada del mundo académico, salvo alguna colaboración esporádica con instituciones como AGAPEMA.

Obra y legado

La investigación de María Wonenburger se centró principalmente en la teoría de grupos y en la teoría de álgebras de Lie. Estudió el grupo ortogonal y su correspondiente grupo proyectivo. También los automorfismos de los grupos de semejanzas inspirándose en trabajos anteriores de Jean Dieudonné, y aplicándolos a los espacios vectoriales de dimensión mayor o igual que seis.

También trabajó con grupos de semejanzas en el álgebra de Clifford, pero sobre todo fue conocida por sus desarrollos en álgebras de Lie. Posteriormente centró su investigación en la clasificación de los grupos finitos y las matrices de Cartan. Dirigió ocho tesis doctorales y entre sus discípulos figuran Robert Moody, Stephen Berman, Bette Warren, Edward George Gibson y Richard Lawrence Marcuson.

Una gran desconocida en su tierra

María Wonenburger fue una matemática y algebrista cuyos logros son reconocidos desde hace décadas por la comunidad científica internacional pero que no gozaba del mismo reconocimiento en su país (era habitual que los algebristas gallegos citasen su nombre sin saber su lugar de origen). En un Congreso Mundial de Matemática celebrado en Santiago, en la década de los 90, al que acudieron afamados algebristas de diferentes países ella no estuvo presente. Los/as asistentes, que no daban crédito a su ausencia, se preguntaban por qué una científica de su categoría y con la misma nacionalidad que los/as anfitriones/as no había acudido a aquel congreso. La respuesta era sencilla: nadie la había invitado... A partir de ese momento las miradas se volvieron hacia ella y empezaron, aunque tímidamente, los honores públicos.




Biografía completa extraída de Wikipedia.

viernes, 12 de junio de 2015

Lilí Álvarez


Elia María González-Álvarez y López-Chicheri, más conocida como Lilí Álvarez, (Roma, 9 de mayo de 1905 – Madrid, 8 de julio de 1998) fue una deportista polifacética, escritora y periodista española. Practicó numerosos deportes, destacando como tenista y patinadora, aunque también practicó esquí, alpinismo, equitación, billar y pilotó coches de carreras.

Nació en el Hotel Flora de Roma (Italia) durante una larga estancia de sus padres. Se crió en Suiza y desde temprana edad comenzó a competir en una variedad de deportes.

En 1934 Lilí de Álvarez se casó con el conde de Valdéne, un aristócrata francés. En 1939, perdió a su único hijo y la pareja pronto se separó. Volvió a su hogar en España en 1941 donde continuó activa en los deportes y comenzó a escribir sobre asuntos femeninos y religiosos.

Carrera deportiva

Aunque la fama deportiva de Lilí Álvarez se la debe al tenis, éste nunca fue su deporte preferido, sino los deportes de invierno. Aprendió a patinar con 4 años en Suiza y en 1917 (12 años) gana su primer campeonato de patinaje en Saint-Moritz, ganando a la campeona francesa Melle Joly. Repetiría triunfo en 1921 ganando la Medalla de Oro Internacional de patinaje.

Es convocada por la delegación española de los primeros Juegos Olímpicos de Invierno de Chamonix de 1924; sin embargo, una fuerte lesión hace que se centre en el tenis, abandonando definitivamente el patinaje. Sin embargo, en 1940, retoma la práctica de deportes de invierno y gana el Campeonato de España de Esquí Alpino.

En 1924, decide participar en el Campeonato de Cataluña de Automovilismo a los 19 años, consiguiendo su primer y único título en este deporte al comprobar la poca competición que había. Sin embargo, la importancia de este triunfo se debió a que, hasta hoy, es la única mujer en haber conseguido un triunfo en categoría masculina (no había competición femenina).

Lilí Álvarez fue pionera en el tenis femenino español y fue la jugadora más dominante de su país en 1920. Entre 1926 y 1928 consiguió 3 finales consecutivas en Wimbledon. En 1929 Álvarez hizo equipo con la jugadora holandesa Kornelia Bouman para ganar el título en dobles femeninos en Roland Garros. Dos años antes, perdería el título de dobles mixto formando dúo con Bill Tilden.

El primer torneo que ganó fue el campeonato de Ginebra, ganándolo en 1919 con 14 años. Participó en dobles junto a Rosa Torras en los Juegos Olímpicos de París de 1924, donde llegó hasta cuartos de final, siendo la deportista que más lejos llegó de toda la delegación española.

Lilí Álvarez tuvo una brillante actuación en los torneos franceses de tierra batida celebrados en la Costa Azul. Campeonatos como Montecarlo, Cannes, Niza , Menton o Le Tonquet (París) , fueron torneos habituales en el palmarés de Lilí durante casi toda la década de los 20 y principios de los 30.

En Inglaterra conquistó en 1926 el torneo de Beckenham , derrotando en la final a la octocampeona del Abierto de Estados Unidos Molla Mallory, y sería preludio de su buena actuación en el torneo de Wimbledon.


En 1930, Lilí Álvarez ganó el torneo de Roma, campeonato considerado como el tercero más importante de Europa; ninguna española logró alzar la copa de campeona hasta que lo hizo Conchita Martínez en 1993. En invierno viaja a Sudamérica donde gana los torneos de Río de Janeiro y Buenos Aires Aires . Tras una recaída en su rendimiento que la lleva a retirarse en 1932, y vuelve a reaparecer en 1937.

Lilí Álvarez ganó dos veces el Campeonato de España de Tenis, en 19297 y en 1940, cerrando así su carrera tenística un año después tras ganar la final del torneo de Santander (1941) .

Lilí Álvarez ganó 38 (ó 39) torneos individuales, 19 en dobles y 21 en mixtos; venció además a las mejores jugadoras de su época como Suzanne Lenglen, Molla Mallory, Cilly Aussem, Helene Contostavlos, Simone Mathieu o Lucia Valerio, y el diario Daily Mail londinense consideró a Lilí Álvarez una de las diez mejores jugadoras de tenis desde 1926 hasta 1931. Durante el binomio 1927-1928 fue considerada la segunda mejor jugadora del mundo después de Helen Wills. El juego de Álvarez fue inusualmente atrevido.

En 1931 commocionó el mundo del tenis jugando en los campeonatos de Wimbledon con una falda de tenis dividida diseñada especialmente por la diseñadora Elsa Schiaparelli que fue la precursora de los pantalones cortos.

Carrera literaria

Una vez retirada de las competiciones fue corresponsal en el Daily Mail británico. Autora de las obras: Plenitud (1946), En tierra extraña (1954), El seglarismo y su integridad (1966), Feminismo y espiritualidadEl mito del amateurismo (1968), Mar adentro (1977), Mi testamento espiritual (1985), La vida vivida (1990), Revivencia (1993) y La gran explicación




miércoles, 3 de junio de 2015

Harriet Tubman


Harriet Tubman (nacida como Araminta Ross en 1820 y fallecida el 9 de marzo de 1913) fue una luchadora por la libertad de los afroamericanos durante la Guerra Civil estadounidense. Tras escapar de la esclavitud, realizó trece misiones de rescate en las que liberó a cerca de setenta esclavos utilizando la red antiesclavista conocida como ferrocarril subterráneo. Posteriormente ayudó a John Brown tras su toma del arsenal de Harpers Ferry, y tras la guerra luchó por conseguir el sufragio para las mujeres. Nació en esclavitud en el Condado de Dorchester, Maryland. Durante su niñez fue apaleada y golpeada con látigo por varios de sus propietarios. Siendo adolescente, sufrió una fuerte herida en la cabeza cuando uno de sus propietarios la alcanzó accidentalmente con un objeto pesado que había lanzado contra otro esclavo. Como consecuencia de la herida, sufrió ataques cerebrovasculares, dolores de cabeza, visiones y episodios de hipersomnia a lo largo de toda su vida. Devota cristiana, atribuía sus visiones y sueños a premoniciones divinas.

En 1849, Tubman escapó a Filadelfia. Tras ello, regresó inmediatamente a Maryland para rescatar a su familia. Poco a poco, fue sacando del estado a sus diversos parientes, en ocasiones guiando personalmente a docenas de esclavos hacia la libertad. Viajando de noche y en extremo secreto, Tubman (o «Moses», como era llamada) “nunca perdió un pasajero”. A lo largo de los años se ofrecieron diversas recompensas por la captura de los esclavos huidos, pero nunca se supo que Harriet era quien estaba ayudándolos. Cuando la Ley contra los esclavos fugitivos se aprobó en 1850, ayudó a muchos esclavos a huir hacia Canadá.

Siendo adolescente, Tubman fue a un almacén de telas para recoger suministros. Allí encontró a un esclavo, propiedad de otra familia, que había abandonado sus tierras sin permiso. Su supervisor, furioso, ordenó a Tubman que le ayudara a capturar al joven pero ella se negó. El esclavo salió corriendo y el supervisor, para evitar su huida, le lanzó una pesa de un kilogramo desde el almacén. Sin embargo, falló el lanzamiento y golpeó accidentalmente a Tubman. Esta siempre creyó que su pelo (recogido como si fuera una cesta) le había salvado la vida. Sangrando y semiinconsciente, regresó a la casa de su dueño y se sentó en el telar, permaneciendo allí durante dos días sin recibir asistencia médica. Inmediatamente fue enviada de nuevo a trabajar la tierra. Su jefe dijo que no valía nada y se la devolvió a Brodess, quien intentó venderla sin éxito. Fue en esa época cuando comenzó a sufrir mareos y, en ocasiones, a desmayarse, episodios que fueron alarmando a su familia. Larson sugiere que ella sufría epilepsia del lóbulo temporal como resultado de las heridas.

Tubman recibió la herida en la cabeza en un momento de su vida en el que se estaba convirtiendo en una persona profundamente religiosa. Como era analfabeta, su conocimiento de la Biblia lo había adquirido gracias a las historias que su madre le había contado desde niña. Ella rechazaba las interpretaciones de las escrituras realizadas por los blancos, relativas a la obediencia de los esclavos, y encontró su guía en las enseñanzas del Antiguo Testamento. Tras su traumatismo craneal, Tubman comenzó a experimentar visiones y sueños, que consideraba signos de la presencia de Dios. Esta perspectiva religiosa influyó profundamente en toda su vida.

En 1840, el padre de Tubman, Ben, fue liberado de la esclavitud a la edad de 44 años, como estipulaba el testamento de su antiguo dueño. Él continuó trabajando como capataz para la familia Thompson, quienes habían sido sus propietarios.20 Años después, Tubman contrató a un abogado blanco al que pagó cinco dólares para investigar sobre el estatus legal de su madre. El abogado descubrió que su propietario había dado instrucciones para que Rit, al igual que su marido, fuera liberada a la edad de 45 años. Esto significaba que una resolución similar se aplicaría a los hijos de Rit y, por tanto, todos sus descendientes nacidos después de que ella cumpliera 45 años serían legalmente libres. Sin embargo, las familias Pattison y Brodess habían ignorado esta cláusula cuando heredaron los esclavos.

En, o alrededor de, 1844, Harriet se casó con un hombre negro libre llamado John Tubman. Aunque no se sabe mucho de él o de su vida juntos, la unión fue complicada debido al estatus de esclava de ella. Esto implicaba que cualquier hijo nacido del matrimonio pasaría a ser esclavo. Los matrimonios entre personas esclavas y libres eran comunes en el Eastern Shore de Maryland, donde la mitad de la población negra era libre. Larson indica que la pareja podría haberse planteado la compra de la libertad de Tubman.

Tubman cambió su nombre de Araminta a Harriet tan pronto se casó, aunque la fecha exacta se desconoce.


Huída

En 1849, Tubman volvió a enfermar, por lo que su valor como esclava volvió a disminuir. Edward Brodess intentó venderla por este motivo pero no encontró ningún comprador. Enfadada por la decisión de Brodess, Tubman comenzó a rezar, rogando a Dios que le hiciera cambiar de opinión y más tarde que lo matase, hecho que ocurrió una semana más tarde propiciando la liquidación de los/as esclavos/as por parte de su viuda.

Tubman escapó junto a sus hermanos Ben y Henry el 17 de septiembre de 1849. Tubman había sido vendida al Dr. Anthony Thompson, quien poseía una extensa plantación llamada Poplar Neck en las cercanías del condado de Carolina, donde también trabajaban sus hermanos. Como los esclavos estaban ya vendidos a otro propietario, Eliza Brodess probablemente no detectó la ausencia durante unos días. Sin embargo dos semanas después publicó un anuncio en el Democrat, ofreciendo cien dólares por cada esclavo devuelto. A pesar de haber conseguido escapar, los hermanos de Tubman lo pensaron mejor, Ben había sido padre recientemente, y decidieron regresar forzando a Tubman a regresar con ellos. Poco después, Tubman escapó por segunda vez, en esta ocasión sin sus hermanos.

La ruta utilizada por Tubman para su huida no se conoce con exactitud, de lo que sí se tiene constancia es de que Tubman utilizó la red conocida como ferrocarril subterráneo. Este sistema informal pero bien organizado estaba formado por negros libres, blancos abolicionistas y activistas cristianos. Muchos de sus miembros pertenecían a la Sociedad Religiosa de los Amigos, a menudo llamados cuáqueros. Desde allí es probable que tomara una ruta bastante común en las huidas de esclavos: hacia el noroeste atravesando Choptank River y Delaware y luego hacia el norte para entrar en Pensilvania. Un viaje de casi noventa millas (145 kilómetros) que, realizado a pie, podía durar entre cinco días y tres semanas.

El peligroso viaje obligó a Tubman a viajar de noche, guiada por la Estrella Polar, para evitar a los cazadores de esclavos. Los guías del ferrocarril subterráneo utilizaban diversas instalaciones para esconder a los/as fugados/as, como las conocidas “Casas Seguras”, que pertenecían a blancos/as abolicionistas. En una de sus primeras paradas, la señora de la casa ordenó a Tubman que barriera la hierba de forma que pareciera que trabajaba para la familia. Cuando cayó la noche, la familia la escondió en un carro y la llevó hasta la siguiente casa. Dada la familiaridad de Tubman con los bosques y pantanos de la región, es posible que se escondiera en estas zonas durante el día. Tubman no habló de la ruta que había utilizado para escapar hasta los últimos años de su vida, con objeto de que otros esclavos pudieran utilizarlas.

Durante once años Tubman regresó una y otra vez al Eastern Shore de Maryland, rescatando alrededor de setenta esclavos, incluyendo a sus otros tres hermanos (Henry, Ben, y Robert), sus mujeres y algunos de sus hijos. Además proporcionó instrucciones precisas para facilitar la huida de entre cincuenta y sesenta esclavos que escaparon hacia el norte. Su peligroso trabajo requirió grandes dosis de ingenio y normalmente trabajaba durante los meses de invierno para reducir las posibilidades de que el grupo fuera descubierto. Una vez que contactaba con los esclavos dispuestos a escapar, abandonaba la ciudad la tarde del sábado, sabiendo que los periódicos no imprimirían noticias hasta la mañana del lunes.

Una de sus últimas misiones consistió en recuperar a sus padres. Su padre, Ben, había comprado a su madre por 20 dólares en 1855. Pero, aunque ambos eran libres, la zona era territorio hostil para ellos. Dos años después Tubman recibió la noticia de que su padre había encubierto a un grupo de ocho esclavos huidos, y que corría el riesgo de ser arrestado. Por ello viajó hasta el Eastern Shore y les guio hacia el norte hasta la ciudad canadiense de St. Catharines, Ontario, donde se había asentado una comunidad de esclavos huidos, incluyendo a los hermanos de Tubman y otros parientes y amigos.

En noviembre de 1860, Tubman dirigió su última misión. Durante la década de 1850 no había sido posible la huida de su amada hermana Rachel y de los dos hijos de ella (Ben y Angerine). Al regresar al Condado de Dorchester descubrió que Rachel había fallecido y que sus dos hijos solo podían ser liberados mediante el pago de 30 dólares por cada uno. Ella carecía del dinero por lo que los niños deberían permanecer esclavos. Para que el viaje no resultara en balde, Tubman juntó otro grupo, incluyendo a los niños, y emprendió el viaje hacia el norte. El viaje les tomó semanas, dado que el acoso de los cazadores de esclavos les obligaba a esconderse continuamente. Además el tiempo fue especialmente frío y no tenían comida suficiente. Pero por fin el 28 de diciembre alcanzaron el hogar de Martha y David Wright en Auburn.



Guerra Civil


Cuando comenzó la Guerra Civil en 1861, Harriet vio la posibilidad de que se aboliera la esclavitud si el norte lograba la victoria. El general Benjamin Butler ayudó a unos esclavos escapados en Fort Monroe y los puso a trabajar como miembros de las tropas unionistas al considerarlos “contrabands”, término utilizado en la Guerra Civil para referirse a esclavos huidos que pasaban a ser propiedad de las tropas de la unión. Tubman ofreció su propia experiencia y habilidad a la causa y pronto se unió a un grupo de abolicionistas de Boston y Filadelfia. Inicialmente desempeñó labores de enfermería, asistiendo a fugitivos.


Tubman conoció al General David Hunter, ferviente seguidor del movimiento abolicionista. Hunter declaró libres a todos los “contrabands” de la región de Port Royal y comenzó a reclutar a esclavos huidos para formar un regimiento de soldados negros. El presidente Abraham Lincoln, sin embargo, reprendió a Hunter por sus iniciativas. Tubman condenó entonces la reacción de Lincoln y su falta de voluntad para acabar con la esclavitud en los Estados Unidos: «Dios no permitirá que el señor Lincoln venza al sur hasta que no haga lo correcto» dijo.

Tubman sirvió como enfermera en Port Royal, preparando remedios con plantas locales para evitar que los soldados sufrieran de disentería. El que atendiera a hombres enfermos de viruela y nunca contrajera la enfermedad, generó comentarios relativos a que se encontraba bendecida por Dios. Inicialmente recibió víveres del gobierno por su trabajo, pero los negros recién liberados pensaban que ella estaba recibiendo un trato de favor por lo que renunció a dichos víveres y comenzó a vender cerveza y pasteles (que hacía durante la noche) para ganar dinero.

El último año de la Guerra, Tubman se convirtió en la primera mujer en dirigir un asalto armado. Cuando las tropas de Montgomery procedieron a asaltar Combahee River, Tubman actuó como consejera y acompañó a las tropas. La mañana del 2 de junio de 1863, Tubman guio tres barcos de vapor a través de las aguas confederadas (que se encontraban llenas de minas) hasta tierra firme. Una vez en tierra, las tropas de la Unión abrieron fuego destruyendo las infraestructuras e incautando miles de dólares en comida y provisiones. Cuando los pitos de los barcos sonaron, los esclavos de la zona entendieron que estaban siendo liberados y salieron corriendo hacia los barcos. Aunque sus propietarios armados de pistolas y látigos intentaron parar la huida, sus esfuerzos fueron inútiles.

Más de setecientos esclavos fueron rescatados en la operación de Combahee River. Los periódicos recogieron el patriotismo, sagacidad, energía y habilidad de Tubman. Posteriormente trabajó con el Coronel Robert Gould Shaw en el asalto al fuerte Wagner.

A pesar de sus años de servicio, nunca recibió un salario regular y durante años se le negó cualquier tipo de compensación. Su estado no oficial y lo desigual de los pagos recibidos por los soldados negros, hicieron que el proceso de reconocimiento de su pensión por parte el gobierno fuera sumamente lento, y no recibió una pensión por su servicio en la Guerra Civil hasta el año 1899. Su constante trabajo humanitario tanto con su familia como con otros esclavos la mantuvieron en una constante situación de pobreza, y los trámites para obtener una pensión del gobierno no hicieron sino ocasionarle mayores gastos.

Cuando regresaba a Auburn tras finalizar la Guerra pudo comprobar lo poco que habían cambiado las opiniones de los blancos sobre la gente de color. Durante el viaje en tren a Nueva York, el revisor le ordenó que fuera al vagón de fumadores. Ella se negó exponiendo su servicio al gobierno pero el funcionario, luego de insultarla, comenzó a utilizar la fuerza física contra ella para obligarla a retirarse. Debido a la resistencia de Harriet, el revisor solicitó la ayuda de otros dos pasajeros, llegando a romperle el brazo, antes de arrojarla al vagón de fumadores. Durante el altercado otros pasajeros blancos no dejaron de insultarla y gritar al conductor que la sacaran del tren.

Tras la Guerra Civil

Tubman pasó los últimos años de su vida en Auburn cuidando de su familia y de otra gente necesitada. Trabajó en varios empleos para ayudar a sus ancianos padres y alojó huéspedes para poder pagar las diversas facturas. Una de las personas que alojó en su casa fue un veterano de la Guerra Civil de nombre Nelson Davis, quien comenzó trabajando en Auburn como albañil. Pronto se enamoraron y a pesar de que ella era veintidós años mayor, ambos se casaron el 18 de marzo de 1869 en la Central Presbiterian Church. Desde ese momento pasarían juntos veinte años, y en 1874 adoptarían un niña llamada Gertie.

Sus amigos y seguidores desde los días de la abolición, recaudaron fondos para apoyarla. Una admiradora Sarah H. Bradford, escribió una biografía titulada Scenes in the Life of Harriet Tubman, un volumen de 132 páginas publicado en 1869, que proporcionó a Tubman 1200 dólares. Criticado por los biógrafos modernos por sus licencias artísticas y su subjetivo punto de vista, el libro, sin embargo, permanece como una importante fuente de información sobre la vida de Tubman. En 1886 Bradford lanzó otro volumen llamado Harriet, the Moses of her People (Harriet, el Moisés de su Pueblo), el cual presentaba una visión menos cáustica sobre la esclavitud y sobre los estados del sur. Este libro también fue publicado para mejorar la situación financiera de Tubman.

En 1883 fue víctima de una estafa en la que fue robada y atacada. Nueva York respondió con indignación por el incidente, mostrando compasión por la situación económica de Tubman. El incidente refrescó la memoria popular sobre el servicio prestado por Harriet en el pasado y Gerry W. Hazelton, representante de Wisconsin en el Congreso, presentó una proposición de ley para que le fueran pagados a Tubman dos mil dólares, en pago por los servicios prestadosa la Unión como exploradora, enfermera y espía. La propuesta fue rechazada.

Activismo sufragista

Durante sus últimos años trabajó para promover la causa sufragista (reclamo del derecho a votar de las mujeres). En una ocasión una mujer blanca le preguntó a Tubman, si creía que las mujeres debían poder votar a lo que respondió: «He sufrido lo suficiente como para creerlo». Tubman comenzó asistiendo a actos de organizaciones sufragistas y pronto empezó a trabajar con Susan B. Anthony y Emily Howland. Viajó a Nueva York, Boston y Washington para dar discursos a favor del derecho al voto de las mujeres. En ellos describía sus propias acciones durante la Guerra Civil y utilizaba los sacrificios cometidos por mujeres en la historia moderna como evidencia de la igualdad entre hombres y mujeres. Cuando se fundó en 1886 la Federación Nacional de mujeres afroamericanas, Tubman pronunció el discurso de apertura.
Este activismo conllevó una nueva ola de admiración entre la prensa de los Estados Unidos, y una publicación de nombre The Woman's Era (La era de la mujer) publicó una serie de artículos sobre eminentes mujeres entre las que se encontraba Tubman. En 1897 un periódico sufragista realizó una serie de celebraciones en Boston en honor de Tubman, pero ésta se encontraba otra vez en bancarrota por lo que tuvo que vender una vaca para poder comprar el billete y acudir a los actos.

Enfermedad y muerte


Durante su vejez los problemas derivados de la herida de su adolescencia continuaban afectándola. A finales de la década de 1890 se sometió a una intervención cerebral en el Hospital General de Massachusetts en Boston. Incapaz de dormir debido a los dolores y a un continuo zumbido, fue ella quien le solicitó al médico la operación cerebral. Fue operada sin anestesia dado que prefirió morder una bala como había observado hacer a los soldados de la Guerra Civil durante las amputaciones.


En 1911 su estado era muy delicado y fue admitida en la residencia que se había construido en su honor. Luego de que un periódico de Nueva York describiera su grave estado de salud y económico, se produjo un importante número de donaciones espontáneas. Rodeada de sus amigos y familiares, Harriet Tubman falleció de una neumonía el 10 de marzo de 1913.






Biografía completa extraída de Wikipedia.