miércoles, 3 de junio de 2015

Harriet Tubman


Harriet Tubman (nacida como Araminta Ross en 1820 y fallecida el 9 de marzo de 1913) fue una luchadora por la libertad de los afroamericanos durante la Guerra Civil estadounidense. Tras escapar de la esclavitud, realizó trece misiones de rescate en las que liberó a cerca de setenta esclavos utilizando la red antiesclavista conocida como ferrocarril subterráneo. Posteriormente ayudó a John Brown tras su toma del arsenal de Harpers Ferry, y tras la guerra luchó por conseguir el sufragio para las mujeres. Nació en esclavitud en el Condado de Dorchester, Maryland. Durante su niñez fue apaleada y golpeada con látigo por varios de sus propietarios. Siendo adolescente, sufrió una fuerte herida en la cabeza cuando uno de sus propietarios la alcanzó accidentalmente con un objeto pesado que había lanzado contra otro esclavo. Como consecuencia de la herida, sufrió ataques cerebrovasculares, dolores de cabeza, visiones y episodios de hipersomnia a lo largo de toda su vida. Devota cristiana, atribuía sus visiones y sueños a premoniciones divinas.

En 1849, Tubman escapó a Filadelfia. Tras ello, regresó inmediatamente a Maryland para rescatar a su familia. Poco a poco, fue sacando del estado a sus diversos parientes, en ocasiones guiando personalmente a docenas de esclavos hacia la libertad. Viajando de noche y en extremo secreto, Tubman (o «Moses», como era llamada) “nunca perdió un pasajero”. A lo largo de los años se ofrecieron diversas recompensas por la captura de los esclavos huidos, pero nunca se supo que Harriet era quien estaba ayudándolos. Cuando la Ley contra los esclavos fugitivos se aprobó en 1850, ayudó a muchos esclavos a huir hacia Canadá.

Siendo adolescente, Tubman fue a un almacén de telas para recoger suministros. Allí encontró a un esclavo, propiedad de otra familia, que había abandonado sus tierras sin permiso. Su supervisor, furioso, ordenó a Tubman que le ayudara a capturar al joven pero ella se negó. El esclavo salió corriendo y el supervisor, para evitar su huida, le lanzó una pesa de un kilogramo desde el almacén. Sin embargo, falló el lanzamiento y golpeó accidentalmente a Tubman. Esta siempre creyó que su pelo (recogido como si fuera una cesta) le había salvado la vida. Sangrando y semiinconsciente, regresó a la casa de su dueño y se sentó en el telar, permaneciendo allí durante dos días sin recibir asistencia médica. Inmediatamente fue enviada de nuevo a trabajar la tierra. Su jefe dijo que no valía nada y se la devolvió a Brodess, quien intentó venderla sin éxito. Fue en esa época cuando comenzó a sufrir mareos y, en ocasiones, a desmayarse, episodios que fueron alarmando a su familia. Larson sugiere que ella sufría epilepsia del lóbulo temporal como resultado de las heridas.

Tubman recibió la herida en la cabeza en un momento de su vida en el que se estaba convirtiendo en una persona profundamente religiosa. Como era analfabeta, su conocimiento de la Biblia lo había adquirido gracias a las historias que su madre le había contado desde niña. Ella rechazaba las interpretaciones de las escrituras realizadas por los blancos, relativas a la obediencia de los esclavos, y encontró su guía en las enseñanzas del Antiguo Testamento. Tras su traumatismo craneal, Tubman comenzó a experimentar visiones y sueños, que consideraba signos de la presencia de Dios. Esta perspectiva religiosa influyó profundamente en toda su vida.

En 1840, el padre de Tubman, Ben, fue liberado de la esclavitud a la edad de 44 años, como estipulaba el testamento de su antiguo dueño. Él continuó trabajando como capataz para la familia Thompson, quienes habían sido sus propietarios.20 Años después, Tubman contrató a un abogado blanco al que pagó cinco dólares para investigar sobre el estatus legal de su madre. El abogado descubrió que su propietario había dado instrucciones para que Rit, al igual que su marido, fuera liberada a la edad de 45 años. Esto significaba que una resolución similar se aplicaría a los hijos de Rit y, por tanto, todos sus descendientes nacidos después de que ella cumpliera 45 años serían legalmente libres. Sin embargo, las familias Pattison y Brodess habían ignorado esta cláusula cuando heredaron los esclavos.

En, o alrededor de, 1844, Harriet se casó con un hombre negro libre llamado John Tubman. Aunque no se sabe mucho de él o de su vida juntos, la unión fue complicada debido al estatus de esclava de ella. Esto implicaba que cualquier hijo nacido del matrimonio pasaría a ser esclavo. Los matrimonios entre personas esclavas y libres eran comunes en el Eastern Shore de Maryland, donde la mitad de la población negra era libre. Larson indica que la pareja podría haberse planteado la compra de la libertad de Tubman.

Tubman cambió su nombre de Araminta a Harriet tan pronto se casó, aunque la fecha exacta se desconoce.


Huída

En 1849, Tubman volvió a enfermar, por lo que su valor como esclava volvió a disminuir. Edward Brodess intentó venderla por este motivo pero no encontró ningún comprador. Enfadada por la decisión de Brodess, Tubman comenzó a rezar, rogando a Dios que le hiciera cambiar de opinión y más tarde que lo matase, hecho que ocurrió una semana más tarde propiciando la liquidación de los/as esclavos/as por parte de su viuda.

Tubman escapó junto a sus hermanos Ben y Henry el 17 de septiembre de 1849. Tubman había sido vendida al Dr. Anthony Thompson, quien poseía una extensa plantación llamada Poplar Neck en las cercanías del condado de Carolina, donde también trabajaban sus hermanos. Como los esclavos estaban ya vendidos a otro propietario, Eliza Brodess probablemente no detectó la ausencia durante unos días. Sin embargo dos semanas después publicó un anuncio en el Democrat, ofreciendo cien dólares por cada esclavo devuelto. A pesar de haber conseguido escapar, los hermanos de Tubman lo pensaron mejor, Ben había sido padre recientemente, y decidieron regresar forzando a Tubman a regresar con ellos. Poco después, Tubman escapó por segunda vez, en esta ocasión sin sus hermanos.

La ruta utilizada por Tubman para su huida no se conoce con exactitud, de lo que sí se tiene constancia es de que Tubman utilizó la red conocida como ferrocarril subterráneo. Este sistema informal pero bien organizado estaba formado por negros libres, blancos abolicionistas y activistas cristianos. Muchos de sus miembros pertenecían a la Sociedad Religiosa de los Amigos, a menudo llamados cuáqueros. Desde allí es probable que tomara una ruta bastante común en las huidas de esclavos: hacia el noroeste atravesando Choptank River y Delaware y luego hacia el norte para entrar en Pensilvania. Un viaje de casi noventa millas (145 kilómetros) que, realizado a pie, podía durar entre cinco días y tres semanas.

El peligroso viaje obligó a Tubman a viajar de noche, guiada por la Estrella Polar, para evitar a los cazadores de esclavos. Los guías del ferrocarril subterráneo utilizaban diversas instalaciones para esconder a los/as fugados/as, como las conocidas “Casas Seguras”, que pertenecían a blancos/as abolicionistas. En una de sus primeras paradas, la señora de la casa ordenó a Tubman que barriera la hierba de forma que pareciera que trabajaba para la familia. Cuando cayó la noche, la familia la escondió en un carro y la llevó hasta la siguiente casa. Dada la familiaridad de Tubman con los bosques y pantanos de la región, es posible que se escondiera en estas zonas durante el día. Tubman no habló de la ruta que había utilizado para escapar hasta los últimos años de su vida, con objeto de que otros esclavos pudieran utilizarlas.

Durante once años Tubman regresó una y otra vez al Eastern Shore de Maryland, rescatando alrededor de setenta esclavos, incluyendo a sus otros tres hermanos (Henry, Ben, y Robert), sus mujeres y algunos de sus hijos. Además proporcionó instrucciones precisas para facilitar la huida de entre cincuenta y sesenta esclavos que escaparon hacia el norte. Su peligroso trabajo requirió grandes dosis de ingenio y normalmente trabajaba durante los meses de invierno para reducir las posibilidades de que el grupo fuera descubierto. Una vez que contactaba con los esclavos dispuestos a escapar, abandonaba la ciudad la tarde del sábado, sabiendo que los periódicos no imprimirían noticias hasta la mañana del lunes.

Una de sus últimas misiones consistió en recuperar a sus padres. Su padre, Ben, había comprado a su madre por 20 dólares en 1855. Pero, aunque ambos eran libres, la zona era territorio hostil para ellos. Dos años después Tubman recibió la noticia de que su padre había encubierto a un grupo de ocho esclavos huidos, y que corría el riesgo de ser arrestado. Por ello viajó hasta el Eastern Shore y les guio hacia el norte hasta la ciudad canadiense de St. Catharines, Ontario, donde se había asentado una comunidad de esclavos huidos, incluyendo a los hermanos de Tubman y otros parientes y amigos.

En noviembre de 1860, Tubman dirigió su última misión. Durante la década de 1850 no había sido posible la huida de su amada hermana Rachel y de los dos hijos de ella (Ben y Angerine). Al regresar al Condado de Dorchester descubrió que Rachel había fallecido y que sus dos hijos solo podían ser liberados mediante el pago de 30 dólares por cada uno. Ella carecía del dinero por lo que los niños deberían permanecer esclavos. Para que el viaje no resultara en balde, Tubman juntó otro grupo, incluyendo a los niños, y emprendió el viaje hacia el norte. El viaje les tomó semanas, dado que el acoso de los cazadores de esclavos les obligaba a esconderse continuamente. Además el tiempo fue especialmente frío y no tenían comida suficiente. Pero por fin el 28 de diciembre alcanzaron el hogar de Martha y David Wright en Auburn.



Guerra Civil


Cuando comenzó la Guerra Civil en 1861, Harriet vio la posibilidad de que se aboliera la esclavitud si el norte lograba la victoria. El general Benjamin Butler ayudó a unos esclavos escapados en Fort Monroe y los puso a trabajar como miembros de las tropas unionistas al considerarlos “contrabands”, término utilizado en la Guerra Civil para referirse a esclavos huidos que pasaban a ser propiedad de las tropas de la unión. Tubman ofreció su propia experiencia y habilidad a la causa y pronto se unió a un grupo de abolicionistas de Boston y Filadelfia. Inicialmente desempeñó labores de enfermería, asistiendo a fugitivos.


Tubman conoció al General David Hunter, ferviente seguidor del movimiento abolicionista. Hunter declaró libres a todos los “contrabands” de la región de Port Royal y comenzó a reclutar a esclavos huidos para formar un regimiento de soldados negros. El presidente Abraham Lincoln, sin embargo, reprendió a Hunter por sus iniciativas. Tubman condenó entonces la reacción de Lincoln y su falta de voluntad para acabar con la esclavitud en los Estados Unidos: «Dios no permitirá que el señor Lincoln venza al sur hasta que no haga lo correcto» dijo.

Tubman sirvió como enfermera en Port Royal, preparando remedios con plantas locales para evitar que los soldados sufrieran de disentería. El que atendiera a hombres enfermos de viruela y nunca contrajera la enfermedad, generó comentarios relativos a que se encontraba bendecida por Dios. Inicialmente recibió víveres del gobierno por su trabajo, pero los negros recién liberados pensaban que ella estaba recibiendo un trato de favor por lo que renunció a dichos víveres y comenzó a vender cerveza y pasteles (que hacía durante la noche) para ganar dinero.

El último año de la Guerra, Tubman se convirtió en la primera mujer en dirigir un asalto armado. Cuando las tropas de Montgomery procedieron a asaltar Combahee River, Tubman actuó como consejera y acompañó a las tropas. La mañana del 2 de junio de 1863, Tubman guio tres barcos de vapor a través de las aguas confederadas (que se encontraban llenas de minas) hasta tierra firme. Una vez en tierra, las tropas de la Unión abrieron fuego destruyendo las infraestructuras e incautando miles de dólares en comida y provisiones. Cuando los pitos de los barcos sonaron, los esclavos de la zona entendieron que estaban siendo liberados y salieron corriendo hacia los barcos. Aunque sus propietarios armados de pistolas y látigos intentaron parar la huida, sus esfuerzos fueron inútiles.

Más de setecientos esclavos fueron rescatados en la operación de Combahee River. Los periódicos recogieron el patriotismo, sagacidad, energía y habilidad de Tubman. Posteriormente trabajó con el Coronel Robert Gould Shaw en el asalto al fuerte Wagner.

A pesar de sus años de servicio, nunca recibió un salario regular y durante años se le negó cualquier tipo de compensación. Su estado no oficial y lo desigual de los pagos recibidos por los soldados negros, hicieron que el proceso de reconocimiento de su pensión por parte el gobierno fuera sumamente lento, y no recibió una pensión por su servicio en la Guerra Civil hasta el año 1899. Su constante trabajo humanitario tanto con su familia como con otros esclavos la mantuvieron en una constante situación de pobreza, y los trámites para obtener una pensión del gobierno no hicieron sino ocasionarle mayores gastos.

Cuando regresaba a Auburn tras finalizar la Guerra pudo comprobar lo poco que habían cambiado las opiniones de los blancos sobre la gente de color. Durante el viaje en tren a Nueva York, el revisor le ordenó que fuera al vagón de fumadores. Ella se negó exponiendo su servicio al gobierno pero el funcionario, luego de insultarla, comenzó a utilizar la fuerza física contra ella para obligarla a retirarse. Debido a la resistencia de Harriet, el revisor solicitó la ayuda de otros dos pasajeros, llegando a romperle el brazo, antes de arrojarla al vagón de fumadores. Durante el altercado otros pasajeros blancos no dejaron de insultarla y gritar al conductor que la sacaran del tren.

Tras la Guerra Civil

Tubman pasó los últimos años de su vida en Auburn cuidando de su familia y de otra gente necesitada. Trabajó en varios empleos para ayudar a sus ancianos padres y alojó huéspedes para poder pagar las diversas facturas. Una de las personas que alojó en su casa fue un veterano de la Guerra Civil de nombre Nelson Davis, quien comenzó trabajando en Auburn como albañil. Pronto se enamoraron y a pesar de que ella era veintidós años mayor, ambos se casaron el 18 de marzo de 1869 en la Central Presbiterian Church. Desde ese momento pasarían juntos veinte años, y en 1874 adoptarían un niña llamada Gertie.

Sus amigos y seguidores desde los días de la abolición, recaudaron fondos para apoyarla. Una admiradora Sarah H. Bradford, escribió una biografía titulada Scenes in the Life of Harriet Tubman, un volumen de 132 páginas publicado en 1869, que proporcionó a Tubman 1200 dólares. Criticado por los biógrafos modernos por sus licencias artísticas y su subjetivo punto de vista, el libro, sin embargo, permanece como una importante fuente de información sobre la vida de Tubman. En 1886 Bradford lanzó otro volumen llamado Harriet, the Moses of her People (Harriet, el Moisés de su Pueblo), el cual presentaba una visión menos cáustica sobre la esclavitud y sobre los estados del sur. Este libro también fue publicado para mejorar la situación financiera de Tubman.

En 1883 fue víctima de una estafa en la que fue robada y atacada. Nueva York respondió con indignación por el incidente, mostrando compasión por la situación económica de Tubman. El incidente refrescó la memoria popular sobre el servicio prestado por Harriet en el pasado y Gerry W. Hazelton, representante de Wisconsin en el Congreso, presentó una proposición de ley para que le fueran pagados a Tubman dos mil dólares, en pago por los servicios prestadosa la Unión como exploradora, enfermera y espía. La propuesta fue rechazada.

Activismo sufragista

Durante sus últimos años trabajó para promover la causa sufragista (reclamo del derecho a votar de las mujeres). En una ocasión una mujer blanca le preguntó a Tubman, si creía que las mujeres debían poder votar a lo que respondió: «He sufrido lo suficiente como para creerlo». Tubman comenzó asistiendo a actos de organizaciones sufragistas y pronto empezó a trabajar con Susan B. Anthony y Emily Howland. Viajó a Nueva York, Boston y Washington para dar discursos a favor del derecho al voto de las mujeres. En ellos describía sus propias acciones durante la Guerra Civil y utilizaba los sacrificios cometidos por mujeres en la historia moderna como evidencia de la igualdad entre hombres y mujeres. Cuando se fundó en 1886 la Federación Nacional de mujeres afroamericanas, Tubman pronunció el discurso de apertura.
Este activismo conllevó una nueva ola de admiración entre la prensa de los Estados Unidos, y una publicación de nombre The Woman's Era (La era de la mujer) publicó una serie de artículos sobre eminentes mujeres entre las que se encontraba Tubman. En 1897 un periódico sufragista realizó una serie de celebraciones en Boston en honor de Tubman, pero ésta se encontraba otra vez en bancarrota por lo que tuvo que vender una vaca para poder comprar el billete y acudir a los actos.

Enfermedad y muerte


Durante su vejez los problemas derivados de la herida de su adolescencia continuaban afectándola. A finales de la década de 1890 se sometió a una intervención cerebral en el Hospital General de Massachusetts en Boston. Incapaz de dormir debido a los dolores y a un continuo zumbido, fue ella quien le solicitó al médico la operación cerebral. Fue operada sin anestesia dado que prefirió morder una bala como había observado hacer a los soldados de la Guerra Civil durante las amputaciones.


En 1911 su estado era muy delicado y fue admitida en la residencia que se había construido en su honor. Luego de que un periódico de Nueva York describiera su grave estado de salud y económico, se produjo un importante número de donaciones espontáneas. Rodeada de sus amigos y familiares, Harriet Tubman falleció de una neumonía el 10 de marzo de 1913.






Biografía completa extraída de Wikipedia.




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